domingo, 4 de abril de 2010

Dos en la ciudad

Diluvio en buenos aires, ideas confusas, palabras que por fin se asoman y no encuentran lo que estan buscando.
Ese día aprendí algo: nunca creas en las reconciliaciones debajo de la lluvia,cual película hollywodense (pero con final poco feliz).
Me creí las siestas, las comidas improvisadas, tus excusas varias
los cambios acontecidos, los que iban a venir
Mientras siento que la vida me toca el hombro y me pregunta: a donde vamos?
Respondo: a ninguna parte, lo sabes muy bien
Todavía no se qué es lo que me gusta: si tu voz ronca o tus ojos cuando se ríen, que me cantes, que sepas de música, de política o de augustus
tu ternura a cuentagotas o ese sabor amargo que me dejas
que me llames flaquita o musa.
Al final todo se esclarece, las fantasías se van a decansar y solo queda la despiadada verdad:
el código común que no tenemos
Cuando decis insolencia, es dolor
y mezclas confusión con desamor

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