Los planes chinos son moneda corriente
tu impuntualidad también
-mis malas indicaciones mucho más-
Eternamente en el bar de la esquina
(ese que intentamos cambiar, pero sin éxito)
por unas horas me olvido de las migajas
no me preocupa mostrarme sin cáscara
estoy desprotegida
-casi desnuda-
Solo escucho las vibraciones de tu voz
e intento ser lo menos torpe posible
juego con los utensillos de cocina
mientras me mirás con ese nose qué
después vendrán:
-el intento de fría despedida
-los besos esquivos
-los abrazos prolongados
-las ganas de no irse más
-la incertidumbre de saber cuándo vamos a pasar por todo este ritual
una y otra vez
(y una vez más)
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