Ninguno de los dos sabe todavía qué es el amor,
aunque en un momento de sus vidas lo sintieron el uno por el otro.
Él tuvo un intento fallido-ella varios.
Recién ahora le esta empezando a caer bien la soledad,
él se lo había advertido- solo necesitaba una estación para conocerla y hacerse amiga.-
Pasa el tiempo, menos para ellos,
algo se congeló, por eso reconocen perfectamente sus gestos, anticipan palabras
y hasta adivina que va a llorar finalizando la conversación porque no le gustan las despedidas, aunque él sea un experto en el área.
Ella no le va a perdonar que se haya ido ni su elección del recorrido.
Él en cambio se siente solo contra el mundo.
El peso de la historia-les pesa- adolescencia compartida y todo lo que siguió: el amor muta a cariño y aprecio, la pasión se sublima y hasta llego a imaginar si podremos ser buenos amigos. Ella tiene miedo de que no le vuelva a pasar, pero él la convence de que las comparaciones no sirven.
El dolor los atravesó, pero la risa hoy es contagiosa.
Mayo 2009
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