Fer te pregunta cómo estás, cómo son tus días, quién te tiene llorando en un taxi y lo peor de todo, cómo es que te tomas un taxi con alguien que te hace llorar-habiendo tantos taxis libres en buenos aires. Fer quiere saber desde cuándo tenes ese fanatismo desmedido por Jorgito Borges.
Te pregunta si cocinaste un plato nuevo, qué película te conmovió últimamente y cómo van tus clases de fotografía.
Fer grafica exactamente lo que nos pasa, todavía no entiende cómo nos seguimos manejando como un subeybaja, cuando uno se impulsa con las piernas, el otro se golpea contra el piso.
Se da cuenta cuándo tenes algún problema de pantalones, pero se queda tranquilo porque sabe que sobreviviste a esta problemática los últimos seis años.
Te cuenta que revivió su adolescencia, con discos empolvados encontrados en una obra un poco desmedida que emprendió su papá en su casa- con la idea casi infantil de tener un ascensor-
Me gustan sus preguntas, no sólo porque son originales y nadie tiene tiempo de hacértelas, sino porque se fija en las cosas chiquitas, en los placeres de todos los días en lugar de buscar esos momentos bisagra en la vida de cualquiera. Me gustan porque sabe conocerte, sabe lo que hacés, lo que te gusta y lo que no.
Voy a necesitar por mucho tiempo que me hagas esta clase de preguntas.
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Me gustan sus preguntas, no sólo porque son originales y nadie tiene tiempo de hacértelas, sino porque se fija en las cosas chiquitas, en los placeres de todos los días en lugar de buscar esos momentos bisagra en la vida de cualquiera. Me gustan porque sabe conocerte, sabe lo que hacés, lo que te gusta y lo que no.
ResponderEliminaresta sos vos
(para mi)