El pasado a veces se mezcla con el futuro, con lo que puede llegar a venir. Volver a un lugar con alguien diferente e incluso sintiéndonos diferentes nosotras mismas suele ser una experiencia rara. Parece que el cuerpo se acuerda y evoca imágenes, sensaciones que se repiten pero con variables diferentes. Atrás quedan los planes chinos, las cancelaciones y las relaciones laberínticas, y en el futuro se ve calma, tranquilidad y mucho pero mucho miedo, a lo desconocido, al deseo del otro y al amor-claro.
Haber andado esas calles, haber estado ahí sentados y ahora repetir esa misma imagen con un otro, me hace ver lo confundida que estaba. Lo que creemos pasa a ocupar la objetividad y no nos damos cuenta que son eso, solo creencias infundadas.
Ojala el futuro me y (te) regale mucho de lo que buscas, y también espero haber aprendido la lección, de no insistir cuando algo me haga mal.
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objetividad...sí sí. el "me hace ver" habla por su razón.
ResponderEliminarY la razón es como la facultad que permite ser objetivo.
Por lo que de este lado, sonrío, por ud/s , mientras suena "candombito" del Kevin.
Un abrazo, claroestá.