lunes, 11 de octubre de 2010

Thank you desillusionment

Pienso que a veces deberíamos agradecer aquellas pequeñas cosas que tildamos de “desgracias”
La indiferencia puede ser muy positiva, aunque no la podemos tomar como primera opción pero ahí esta alguien más, para matarnos con ella y así poder elegir de nuevo, libremente, aquello que nos hace bien. Así lo viejo y lo nuevo se suben al ring.
Me doy cuenta que cada vez que conocemos a alguien esa persona tiene un mensaje para nosotros. A veces ese mensaje solo lo escuchamos susurrar, pero va tomando fuerza con el pasar de los hechos, con la natural forma de relacionarnos. Otras veces negamos ese mensaje, otras lo escuchamos tarde, pero siempre está y termina perdurando. Con vos tomé ese mensaje de aprendizaje, y ahora lo escucho y me recuerda que no tengo que ser naïf. Me sirve para darle importancia a los detalles, para saber cuando alguien no es egoísta y sorprenderme por las mínimas demostraciones de afecto. Para valorar cuando me preparas un café con leche con mediaslunas y me mostras tus canciones, mientras con los pies vas tomando el ritmo y la voz se te vuelve un poco tímida.
Y es que me di cuenta de esto solo por contraste, me di cuenta que no eras vos el que me hacia mal, sino yo misma. Ya me había olvidado de quién era y adopté tu molde de mujer, como si ese fuera el correcto.


Y es como dice alanis “how bout me not blaming you for everything”.


http://www.youtube.com/watch?v=OOgpT5rEKIU

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