El pasado a veces nos vuelve, como un cachetazo inesperado, como una ola sin control en el mar. A veces nos limita algo que terminó hace mucho tiempo, no queremos asistir a los lugares donde nuestro pasado esta materializado en esa persona por la cual luchamos tanto, nos hizo llorar en el colectivo o recordamos con ímpetu.
Eso me hace pensar que el pasado es presente, que nada de lo que pasó por nuestra vida está totalmente terminado- aunque nos gustaría retroceder y borrarlo con una goma-
No quiero enfrentarme al pasado, tengo miedo de esas personas porque alguna vez me sentí muy vulnerable frente a ellas y les di el poder que adquirieron.
Lo bueno es que nos dejan la enseñanza, la memoria emocional de alejarnos de lo que alguna vez nos hizo mal inmerecidamente.
Adiós pasado, espero que no te cruces más por mi camino
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