La vida tendría que ser pintar mandalas todo el día y que te extrañen más seguido en París. Poder decirte lo que siento sin que racionalices cada uno de mis sentimientos, que las decisiones no duelan tanto. No dudar entre quedarse e irse, tomarme más seguido el 65. La vida tendría que ser más larga, pero cuando se termine, poder seguir mandándote cartas. En la vida tendría que tener mas amor (del tuyo) sin cuestionamientos y sin tiempos cronológicos, porque sabes que nunca nos guiamos por ellos.
En la vida necesito que me tapes con una manta, me hagas mimos en el pelo y me digas que todo va a estar bien. Que me cocines lasaña más seguido

que aprendamos a querernos sin miramientos.